Maria Palma – Spanish

LA HISTORIA DE MARIA MORENA PALMA PALMA

“Si hubiera estado en aquel primer grupo, no estaría hoy aquí compartiendo mi historia”

Nota del editor: En los últimos años he estado extrañamente fascinada por el síndrome de “culpa del superviviente”. Pedimos a nuestro coordinador de CRISPAZ si podría concertar una entrevista con alguien que hubiera sobrevivido a una masacre. El concertó dos entrevistas. María era una adolescente cuando sobrevivió a una de las masacres en la zona del rio Sumpul, departamento de Chalatenango, en mayo de 1980 durante la guerra civil del país. En el caso de María, ella no solo sobrevivió sino que también es responsable de salvar a su hermana pequeña.

Para aquellos interesados en leer la historia completa de esta abominación, les recomendaría el fascinante libro de Yvonne Dilling “En busca de Refugio”.

¿Como adolescente que crecía en aquella volátil área de su país fue consciente de que la situación era propicia para el desencadenamiento de la serie de masacres a lo largo del rio Sumpul en 1980?

Mi conocimiento es que la UTC, Unidad de Trabajadores del Campo, el sindicato de trabajadores empezó en nuestro país como resultado de la explotación a la que estaban sometidos los trabajadores. En mi zona había muchos trabajando en fincas cafeteras. Ejemplos de sus condiciones de vida incluían el no tener lugares decentes donde dormir, ser tratados duramente por los dueños de las tierras, recibir salarios muy pobres. No hubo oportunidades para que los campesinos tuvieran su propia tierra. Ellos se cansaron y empezaron a organizarse para mejorar aquellas condiciones. Los sindicatos organizados cayeron en la misma categoría que los profesores universitarios y el clero: Eran amenazas para el gobierno existente empleando la fuerza policial y militar contra ellos. Los soldados llegaban y mataban a cualquiera incluso a aquellos de los que sospecharan estaban involucrados en esas organizaciones. No eran solo los miembros quienes fueron las victimas, sino que hubo numerosas masacres de niños y gente inocente en nuestra zona tan temprano como en 1979.

 

¿Como reaccionó su familia ante estos actos tan opresivamente alarmantes?

Todos estábamos aterrados, por supuesto. No fue tan siquiera la policía local sino la Policía Nacional los que estaban seleccionando niños para matarlos. Yo tenia 16 anos: nací el 6 de septiembre de 1964. Mis padres, como muchas familias en nuestra zona, se fueron a la selva por la noche para nuestra seguridad.

 

¿Cuando alcanzó todo esto un nivel de crisis?
Río Sumpul near Las Pilas, ChalatenangoTuvimos noticias el 13 de Mayo de que los soldados estaban llegando. Los aldeanos de Los Minos vieron un gran numero de ellos y rápidamente se fueron a otro pueblo, Las Calles. Pensamos que no estaban llegando muchos soldados por eso la gente escapó del ataque y se marchó lejos a Las Vueltas. Los militares lanzaron bombas y granadas en el bosque. Nos topamos con un pequeño rio cerca del rio Sumpul.

 

Rio Sumpul cerca de Las Pilas, Chalatenango

Ya hubo allí muchos muertos en una masacre, incluidas personas de edad que no habían podido correr lo suficientemente rápido. Yo estaba con mi mama y dos hermanas mayores y mi hermana de 18 meses cuando se produjo el ataque. Mi padre no estaba en casa en ese momento.

No sabíamos que hacer porque veíamos los helicópteros encima de nosotros y los soldados debajo de nosotros y podíamos oír el zumbido de las balas. Simplemente corríamos para salvar nuestras vidas.

 

¿Cuanto tiempo duró esto?

Era ya tarde en el día. Los soldados no continuaron siguiéndonos sino que se concentraron en otro grupo. Mi familia se marchó a Los Naranjos. La gente nos dijo que fuéramos a Las Arcadas porque la masacre allí había terminado. Pero eran ya las 8 de la tarde, y un grupo de guerrilleros escoltó a un grupo de gente afuera.

Mis hermanas, mama, y yo nos quedamos en el otro grupo. Los guerrilleros nos dijeron que se ocuparían de nuestro grupo en medio de la noche. A las 4 de la madrugada nos escoltaron mientras llovía a cantaros. Llovía tanto que no podíamos ver nuestras propias manos. Durante ese tiempo nació un niño. Que murió debido a la falta de protección frente a los elementos.

Durante todo ese tiempo yo estuve llevando a mi hermana pequeña a la espalda. A las 7 de la madrugada continuábamos, y hacia tanto frio – cada vez que cuento esto me entran ganas de llorar. Hacia demasiado frio para mi hermanita. Todos los niños estaban gritando debido al frio extremo, humedad, fatiga, y hambre. Cuando el sol finalmente llegó, ayudó un poco.

 

¿sobrevivió a este viacrucis su hermanita?

Estábamos andando en diferentes filas cuando vi a un hombre delante de mi llevando plástico. Le dije a mi mama que iba a pedirle un pedazo. Envolví a mi hermanita en el plástico para aislar su cuerpo y tratar de calentarla. Finalmente, ella empezó a respirar normalmente de nuevo y el calor comenzó a volver a su cuerpo. No tengo ninguna duda de que salve la vida de mi hermana.

 

¿Fue esta larga y ardua caminata el final de su viacrucis?

No, en ese momento oímos a los soldados gritando y disparando, los helicópteros bombardeando, y la gente gritando. La gente nos dijo que no bajáramos al rio. Los soldados estaban acarreando a la gente a una zona para empezar las masacres. Los soldados que habían estado siguiéndonos se quedaron en una zona.

Mas tarde en el día las persecuciones continuaron. La Fuerza Armada salvadoreña había coordinado su matanza con los soldados de honduras en la orilla opuesta del rio para matar a cualquiera que cruzase el rio.

Ellos nos llevaron por otra ruta que era mas difícil de atravesar hasta llegar a un lugar llamado La Montañona – (La Montaña grande). Una familia de la aldea vino a nosotros en la noche y gracias a Dios, nos ofreció un lugar donde descansar durante el resto del día hasta que regresásemos a los pueblos después de que los militares se hubieran ido.

 

¿Como sobrevivisteis durante el tiempo que pasasteis en las montanas?

Sobrevivimos con raíces y una ocasional banana. En el medio de ello hay una pulpa que podríamos quemar para comer. Fue un tiempo muy difícil. No había sitio para descansar, y era la estación de las lluvias. Mi hermanita perdió la habilidad de andar porque estaba muy débil.

 

¿Como reconcilia la supervivencia?

Dios nos protegió. Los helicópteros no podían vernos ocultos en el bosque. Podíamos oír los gritos de la gente y estábamos fuera del área. Si hubiera estado en ese primer grupo, no estaría aquí hoy compartiendo mi historia.

 

¿Que fue de los supervivientes del rio?

Algunas personas sobrevivieron cruzando y engañando a los soldados hondureños diciendo que eran ciudadanos hondureños para asi salvar sus vidas.

 

¿Que fue lo mas impactante de las violaciones de los derechos humanos para usted?

Aunque yo no fui testigo personal de ello, conozco gente que lo fue. Era la forma como los soldados cogían a los niños, los lanzaban al aire ensartándolos con sus bayonetas como si fuese un juego. Esto era una practica común.

 

¿Que encontraste cuando este evento terminó?

Si mi familia hubiera estado en el primer grupo tratando de pasar, todos habríamos sido masacrados. Cada uno de los de ese grupo fueron asesinados. Hubo entre 250 y 300 masacrados en ese grupo.

Después de la masacre de Las aradas, mucha gente empezó a informar sobre estos acontecimientos y nuestra situación a la ONU. Esto creo una conciencia internacional. Representantes de la ONU llegaron y empezaron a ayudar en la búsqueda e identificación de los cadáveres, muchos de los cuales habían descendido por el rio.

También establecieron dos campos de refugiados de la ONU como Mesa Grande a través de la frontera en Honduras para aquellos salvadoreños que habían logrado escapar. Al establecerlos no todo salió bien, y eventualmente necesitaron trasladar los campos mas al interior del país en lugar de la frontera. Los grupos se trasladaron a los campos en diferentes momentos. Se dio prioridad a las zonas donde las invasiones militares eran mas fuertes.

 

¿Vivió su familia en Mesa Grande? Puede contarnos algo a cerca de ello?

Cuando no pudimos aguantar por nosotros mismos en las montañas, no tuvimos mas remedio que ir allí. Mesa Grande nació de la necesidad de la gente. Permanecimos allí durante un año y medio, desde 1983 hasta octubre de 1984.

Al principio fue agradable porque teníamos ropa y comida. Había presencia internacional de maestros, sacerdotes, médicos, organizadores que plantaron cultivos.

Hubo presión para unirse a las guerrillas. Mas tarde me uní a la guerrilla como cocinera y enfermera. Entonces toda la familia regreso a El Salvador.

 

¿Puede contarnos como fue su experiencia al regresar a su país?

Cuando quisimos regresar a El Salvador, no pudimos porque los militares habían quemado todas nuestras casas. No podíamos trabajar porque, cuando nos fuimos tan precipitadamente, no hubo tiempo para plantar el maíz, y por eso no había nada que cosechar para sostener a nuestras familias. Solo teníamos a nuestras familias, y nos recordábamos a nosotros mismos que cuando salimos durante la estación invernal de las lluvias, no hubo tiempo de preparar la maleta. Salimos llevando la ropa sobre la espalda listos para rodar en la suciedad para escondernos cuando los soldados nos perseguían.

Nota del editor: María termina dándonos las gracias por apoyar tanto a ella como a su comunidad, por la oportunidad de contar hoy su historia. “significa mucho compartir nuestra historia” insiste. Todavía me siento aturdida escribiendo esto cuatro meses después de escucharlo. Su impacto no se ha suavizado. Veo vívidamente las lagrimas de María mientras relata estas experiencias después de 33 anos, los cuales todavía son muy dolorosos. Si, ella y su familia sobrevivieron. Pero otros muchos no. Y eso puede perseguirla para siempre.

Sin embargo, como un superviviente de Auschwitz local recientemente conto en una audiencia de radio, “Cuando comparto mis cargas con otros, ellas se hacen mas ligeras”.

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