Victoria Cavanaugh – Spanish

El Cuento de Victoria Lauren Cavanaugh

<<Hay tal potencial cuando se trabaja con los jóvenes que no se ve en el resto de la población…      Simplemente no hay ninguna fragilidad atenuante a la juventud. >>

 

La nota del editor: ¿Cuyo corazón NO está capturado por una foto de un huérfano? El visitar a los orfanatos es una petición común para las delegaciones internacionales a muchos países. El Salvador incluido.  Los orfanatos son en cierto modo una curiosidad para nosotros, americanos, tal vez porque no nos quedan muchos en los Estados Unidos y tenemos el deseo de interactuar con esos niños queridos sin padres. [En El Salvador los niños en los orfanatos muchas veces tienen padres. Sin embargo, no tienen la habilidad de proveer para ellos.] Yo mismo patrocino a dos de ellos  en un orfanato salvadoreño. Pero, ¿qué pasa a esos jóvenes cuando tienen 18 años   y por la ley están requeridos salir de esos orfanatos?

A la edad joven y sorprendente de 20, cuando muchos de los estudiantes universitarios todavía están tratando de encontrar carreras que están apropiadas para ellos, Victoria ya había hecho algunas decisiones importantes.  Ella se fue a El Salvador, un país empobrecido que tuvo sólo antes de 3 años firmado los Acuerdos de Paz después de luchar una guerra larga y acérrima y que todavía estaba en agitación y confusión.  Ésta no era una visita fortuita; ésta era una decisión significante que ella había reflexionado desde su escuela intermedia. 

Ahora 6 años más tarde, conociendo a Victoria por la primera vez, me sorprendí por su juventud, su cuerpo menudo, su naturaleza amable, y de su voz suave. Dios mío, me parece casi frágil.  Sé que no es la verdad, por supuesto, basado en todo que yo he leído de ella antes de llegar.  En todo caso, ella es tenaz y apasionada para la gente y se está comprometida a hacer que las cosas pasan para ellos. Como ella compartió su cuento, su energía electrizante y vitalidad para la organización sin ánimo de lucro que creó, Nuestro Ahora, Inc. (“Our Now”), llenaron el sitio.  Victoria, literalmente vive y respira la vida en este proyecto día tras día.

¿Por qué?   Algunas veces Victoria encontraba a estos mismos chicos que había conocido en los orfanatos más tarde como adultos viviendo en las calles, vendiendo cosas o en  situaciones peores.  No tenían ningunas opciones buenas para trabajos, para hacer decisiones buenas, ni para usar su fe en sus vidas.  Eso le molestó su corazón y guió  sus acciones.

Victoria decidió encontrar a una manera de hacer frente a esa populación no atendida. Vio una necesidad, en realidad un vacío en el sistema educacional para los estudiantes viniendo de los orfanatos, y tenía un deseo de ayudarlos.  Desarrolló un plan y consiguió a otros para juntarse con su cruzada.

La conciencia de las misiones fuera de los EEUU fue algo que crecí aprendiendo en la iglesia y en casa.  Nacida el 7 de agosto de 1985, crecí en el oeste de Massachusetts, donde mis padres creyeron a mi hermano menor y a mí en las tradiciones fuertes y católicas. Ambos de mis padres estaban activos en la misión de nuestra parroquia en Perú.  Recuerdo a mi abuela que me decía que ella siempre quería ser una misionera en África. La escuela parroquial que asistí estaba comprensiva del trabajo de la misión.

Como una niña que asistía a la misa diariamente en una escuela católica, participé en todos los rituales y los papeles religiosos  esperados de un niño en ese tiempo, incluyendo los campamentos católicos de verano.  A eso del grado cinco la realidad se estableció cuando descubrí que no todo lo que había aprendido era exactamente cierto. Para mí era muy perturbador.  Cuando asistí a un programa de Notre Dame como un estudiante de penúltimo año, aprendí que todavía puedo tener fe sin tener que aceptar que todo en la Biblia es literal.

En la escuela intermedia, una experiencia significante que altera la vida, que sigue afectándome cada vez que lo veo, miraba el documental <<Rosas en diciembre>> de Jean Donovan, una de las 4 mujeres de la iglesia asesinadas en El Salvador en 1980.  Como una carrera de teología a la Universidad de Boston, yo aún consideré estudiar en Irlanda para seguir en sus pasos.  [Jean fue de Connecticut, pero estudió en Irlanda antes de ir a El Salvador.] Ésta era una epifanía en mi vida.

El Salvador me siguió llamando a causa de la película de Jean Donovan.  La parte más memorable para mí fue su pregunta inolvidable a la consecuencia, << ¿Quién se quedará para los niños? >> Ella abandonó una vida de comodidad y facilidad, además de una familia, porque se sentía una vocación para hacer este trabajo. Tenía otras opciones disponibles. Había algo tan puro en lo que hacía.

Viajé a El Salvador porque oí que era un lugar donde se puede escribir <<Dios>> en la parte  atrás de los autobuses.  Esta idea romántica de una expresión de fe fue hacía sobra por mi ingenuidad de la situación política.  Estaba muy desinformada acerca de lo que entraba cuando llegué para mi semestre en el extranjero en 2005.  Tomar una clase a la universidad era increíblemente importante para ayudarme  a entender las dinámicas de la situación.  Igualmente importante estaba hablando con las personas de diversos sectores de todo el país para obtener perspectivas personales.  Estaba afortunada de ser parte del programa de Dean Brackley Casa de la Solidaridad  a la Universidad de la América Central afiliado a la Universidad de Santa Clara en California. Se integra aprendizaje en el aula de la vida, la justicia, la fe y Dios por la inmersión de vivir acompañamiento con las personas en la comunidad.  Enlaza los  académicos con el servicio.  [Tristemente Dean Brackley, el jesuita, murió del cáncer pancreático el 16 de octubre de 2011.]

Mientras estudiaba aquí, como Jean Donovan, [y Dorothy Kazel, otra mártir de la iglesia], yo también, trabajaba de voluntaria en el Orfanato de COAR (Comunidad Oscar Arnulfo Romero) dos días cada semana.  Más tarde me mudé allí en campus donde podía interactuar con los niños más completamente.  Me permitió también la oportunidad para observar y aprender.

Regresar a los Estados Unidos para completar mi último año a la universidad me dio el tiempo para meditar y reflexionar en el abismo entre el mundo en que vivía y el mundo que había sentido en El Salvador.  Deseé volver a El Salvador para ver si yo pudiera abordar algunos de los problemas que había observado.

Una realidad dura es que por la ley en El Salvador a la edad de 18, un joven ya no puede vivir en un orfanato. Estos jóvenes muchas veces no están listos para una vida independiente.  A menudo se enfrentan al rechazo.  Sus alternativas esperando por fuera incluyen el embarazo, SIDA,  la migración, las pandillas, y una vida de trabajos de salario mínimo. En resumen, todo el tiempo y el intento que estaba dado a los 18 años de la vida de un niño en un orfanato fue en vano, si él o ella vuelve a las calles y el ciclo de la pobreza está permitido de continuar.

Sentía que estas alternativas eran innecesarias e inaceptables y quería ver si yo podía interrumpir ese ciclo descendente y escalando de pobreza. Con un paso más intensivo en el proceso educacional, sentía que estos estilos negativos de vida pueden estar evitados.  Nuestro Ahora (“Our Time”) se nació para abordar esta juventud.  Mi meta en formar este sin ánimo de lucro fue servir de parche entre el marco protector de la juventud que vivían dentro de los orfanatos y las incertidumbres de la independencia en el mundo afuera.

Mientras tanto, había completado el papeleo requerido y recibí la notificación que estaba aceptada en un programa para trabajar en Uganda.  Sin embargo, algo me tiraba volver a El Salvador.  En el nivel de conciencia me dije a mí misma que no era justo rendirme de las relaciones que había empezado a formar en 4 meses. Era simplemente demasiado pronto.  En su lugar, elegí volver a enseñar en la escuela internacional en San Salvador mientras que estudiaba  para mi licenciatura de postgrado en el Desarrollo Educacional y la Administración a UCA.

Nuestro Ahora es una organización multifacética en los términos de la populación y los programas.  Trabajamos con 13 de los orfanatos por el país y estamos conscientes de los estudiantes desde el momento que están en el 6 grado hasta la escuela secundaria.  Nuestros primeros esfuerzos empezaron con los viernes por la noche aquí en nuestro centro donde en este momento 25 estudiantes se reúnen para discutir su fe y su futuro. Mientras se reúnen con una comida, interactúan, encuentran soluciones, y se hacen amigos. Los salvadoreños son los defensores muy fuertes de la comunidad, tratamos de utilizar el mismo énfasis cultural  en nuestro enfoque aquí por todos los que trabajan juntos, ya sea con el propósito de planear comidas o de resolver conflictos.

Hay otro grupo de juventud con que también intervenimos.  Ésta es la juventud que está despedida de los orfanatos a causa de varias razones, tal como se comporten mal.  Tratamos de llegar a la raíz de los problemas que se discuten abordando el respeto y educarlos para hacer decisiones responsables para evitar cosas como el embarazo.

Una meta es ayudar a estos jóvenes a convertirse en  los adultos responsables, dándoles las herramientas que necesitan para sobrevivir por la educación. Veinticinco estudiantes de la escuela secundaria pasan los fines de semana aquí.  Los llamo << los eruditos de fin de semana>>.  Reciben la tutoría académica intensa  y aprenden la tecnología necesaria para ayudarlos a preparar para la próxima etapa en su educación.

Un enfoque grande de Nuestro Ahora es su programa de becas.  Éstos son los estudiantes que pronto estarán listos para volver a  su comunidad.  Seleccionamos a los jóvenes específicos que animamos con su estudio universitario.   Tenemos 7 becas de tiempo completo ahora mismo.  Los estudiantes viven aquí en estilo dormitorio donde reciben no solo una educación pero también la vivienda y las comidas, además de la esperanza.  Los estudiantes estelares reciben un estipendio pequeño.  El programa dura de marzo a noviembre. La realidad es que no tenemos los fondos para ofrecer becas a más estudiantes.

El Ministerio de Educación  reconoce nuestra organización como los servicios enriquecimientos.  Nuestros estudiantes tienen una tasa alta de la aceptación universitaria a causa del año de la tutoría intensa que proveemos.  Tres de las universidades han ofrecido nuestro programa una beca cada una. Han continuado renovar estas becas anualmente.  Estoy en el proceso de trabajar con 3 universidades  más para proveer una beca cada una para nosotros, así doblando la cantidad que podemos ofrecer.  Los estudiantes que eligen carreras en lugares tales como centros de llamadas, cuales llegan a ser populares en este país, encuentran éxito vital en idiomas.  Estoy en el proceso de tratar de trabajar con Rosetta Stone para obtener algunas donaciones de sus programas para ayudar a nuestros estudiantes.

Además de los académicos, tratamos de ampliar el ámbito de nuestro programa por presentar oradores en temas tales como charlas vocacionales de varios tipos de carreras y encontrar a banqueros regularmente para que los estudiantes puedan implementar planes responsables de negocio.  A menudo tomamos a los estudiantes para visitar universidades además de otras áreas de interés.  Otra parte de nuestro programa enfatiza servicio.  Trabajamos juntos en la comunidad tal como trabajar de voluntarios con Habitat for Humanity.

Mientras viven aquí en una ambiente de casa, enseñamos a los estudiantes habilidades de organización que van a asegurarse éxito. Éstas incluyen vivir con las responsabilidades tales como las gráficas de sus trabajos específicos que están publicadas como una parte de sus rutinas diarias.  En una base rotativa están responsables para su propio plan de comida, ir de compras, cocinar, y limpiar.  Cuando aceptan la estructura impuesta en ellos y entonces la integran en su propio estilo de vida, serían mejores capacitados para encargarse una vida independiente más tarde en un apartamento.

Nuestra junta de directores hace todas las decisiones en relación con las relaciones y las responsabilidades para convivir en el local. Generalmente no hay asuntos que no pueden estar emprendedores y autorregulados.  Si cualquier problema llega a mi atención, tenemos reglas establecidas para cómo atenderlo que los estudiantes respetan y están de acuerdo en estos procedimientos antes de empezar.  Es raro tener un problema porque los estudiantes se dan cuenta de que es un privilegio estar elegidos estar aquí.

Enseño por las mañanas en la escuela internacional para ayudar a subvencionar las necesidades para Nuestro Ahora.  Estamos establecidos como una organización sin ánimo de lucro no sólo en los Estados Unidos sino también en El Salvador para recibir donaciones también.  Cuando vuelvo a los Estados, yo organizo eventos para recaudar fondos.  Los estudiantes algunas veces me desafían a hacer la decisión de vivir aquí con ellos más que trabajar en los Estados y mandar más dinero para financiar a estudiantes adicionales.  La verdad es que podía ganar más dinero en un mes en los Estados que gano en un año aquí. La elección de vivir aquí en la solidaridad  con ellos y seguir desarrollando  el programa algunas veces es difícil explicar a ellos.

Los temas que más me interesan en relación con la fe incluyen la historia de la iglesia y por qué cree la gente lo que cree, las éticas de teología, los cuentos personales de la gente de fe,  y cómo se puede usar la fe como una guía para la gente.  Muchos de los 200 orfanatos de El Salvador están manejados por los sacerdotes.  Lo que me daba cuenta cuando vivía en el orfanato, es que los niños de estos orfanatos aprendían a recitar sus oraciones muy bien de memoria.  Sin embargo, es muy difícil para los jóvenes mayores utilizar su religión  para enfrentar los problemas de vida.  En Nuestro Ahora tenemos <<los comentarios>> cada noche para discutir como vimos nuestro fe trabajando durante el día. He venido a aprender que los escándalos en la iglesia católica existen aquí también. Muchas personas se han desilusionado, enfrentaron con su fe, y simplemente dejaron de la iglesia. No queremos que nuestros jóvenes abandonen su fe, sino << mantenerla >> durante sus vidas.

Había considerado y luchado con vivir y servir en la capacidad como una monja cuando primero llegué en este país. Después de años de vivir aquí, he descubierto que El Salvador no es un país en que los sacerdotes y las monjas viven felices para siempre.  La gente practica un tipo de fe diferente aquí.

Mi mejor alegría es la inversión de mis padres en mi hermano y en mí.  Siempre han apoyado mi trabajo. Vienen a visitar aquí y pueden ver algunas cosas positivas pasando en este país.  Desafortunadamente, la prensa americana suele preocuparse con los cuentos negativos.

Mi mejor desilusión es no estar en casa en los Estados durante los eventos especiales y  familiares y los días festivos. Me perdí la graduación de mi hermano, y muchos Días de Padres, Días de Madres, Navidades y Pascuas.  Es difícil. Tengo miedo de que mi elección de vivir esta distancia lejos de la casa y de estar ausente para esos momentos especiales estarán confundidos para mí no importar de mi familia. Eso me aflige.

Además de ayudar a financiar más estudiantes con becas, tengo una meta de moverse este programa a otra propiedad.  Este lugar está bien situado porque está dentro de una distancia caminante de UCA para los estudiantes.  El inconveniente es que se necesita una cantidad de trabajo hecho a él. El techo se gotea y la lluvia algunas veces interrumpa varios enchufes eléctricos, haciéndolos inseguros y peligrosos.  Podíamos utilizar una instalación con más baños y una cocina más grande también.

El trabajo en El Salvador me ha hecho más honesta con mí-misma. Cuando llegue el momento  en que me siento incómoda estar aquí, cualquier sea la razón, ya no debería quedarme.  Algún día espero viajar a África.  He tenido conversaciones serias de recrear este programa en los orfanatos de Honduras.  Espero tener mis propios hijos algún día.

Hay tanta posibilidad cuando se trabaja con los jóvenes que no se ve en el resto de la populación… Simplemente no hay la fragilidad atenuante de la juventud. Considero que el programa tenga éxito cuando soy testigo  que los estudiantes se ayudan voluntariamente y  viven lo que han sido enseñados.

Una de mis citas favoritas es una que pido prestado de Ghandi: su programa <<Sea el cambio que  usted desea ver en el mundo. >>

Una nota del editor: A Victoria le parecía sentir la necesidad  para servir a una edad joven.  Su dedicación a su causa es arrolladora.  Constantemente evalúa como una metida para mejorar, expandir y perfeccionar su eficacia.  Maneja los fondos limitados con los que tiene que trabajar. Los estudiantes pueden rogar que  ella se los lleve en alguna parte pero  los precios de la gasolina están recargados  y está guardada solamente para las excursiones del grupo; por eso, ella les dice que necesiten andar o tomar un autobús.

Aquí está una ilustración del ingenio de Victoria en hacer un poco de dinero en cualquier sitio que ve una oportunidad. Mientras sacábamos unas fotos al lado de un aguacate grande en el patio trasero, ella relató cómo el año pasado ese árbol había producido una cosecha prolífica de aguacates.  La decisión del grupo fue vender su cosecha entera de más o menos 300 aguacates y utiliza los ingresos para comprar una pizarra blanca para su aula.  Orgullosamente nos mostró la selección, y su entusiasmo contagioso simplemente se desbordó.

A finales de otoño, 2011, estábamos contactados por Victoria que había solicitado un premio de 3 millones de dólares por Chase Community Giving Program para  una organización benéfica sin ánimo de lucro.  Leí en línea que Nuestro Ahora recibió un premio de doscientos cincuenta mil dólares {$250,000} de esa organización.  ¡Felicidades!, Victoria.  Sabemos que va a invertir ese dinero sabiamente en Nuestro Ahora.

Vea http://nuestroahora.blogspot.com/ para más información y maneras de hacer donaciones deducibles de impuestos utilizando cualquiera tarjeta de crédito.

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Contributions

    Afflicted with Hope / embracingelsalvador.org is one of many outreach ministries at
    Saint Stephen Evangelical Lutheran Church (ELCA)
    30 West Main Street, PO Box 266
    New Kingstown, PA 17072

    Tax deductible donations for support of this work in El Salvador may be sent to the above address.