Sam Hawkins – Spanish

SAM HAWKINS

“El Señor dijo, “Aquí es donde estarás.”

Nota de la redacción:  Sam no tenía que decir que es de Fort Worth, Texas. Sus botas vaqueras de piel de serpiente muestran esas raíces mientras el avanza a través de su oficina para saludarnos cordialmente con su presencia tejana y su gran personalidad.  El personaje confiado de Sam no es lo que uno espera encontrar en el centro de San Salvador y más cuando él cuida bebes desnutridos. Elegir servir como misionero en Centroamérica durante el apogeo de la guerra civil de El Salvador en sus cuarenta años es notable en sí mismo hace unos treinta años, pero eso es donde la historia de Sam y su esposa Julie comienza para nosotros hoy.  Pienso en el poema de Maya Angelou cuando escucho a Sam diciendo que Dios lo trajo para salvar los bebes después de perder todo su dinero:

“He aprendido que no importa lo que suceda o lo mal que parezca hoy, la vida sigue y será mejor mañana…He aprendido que ganarse no es lo mismo que hacer una vida como uno quiere. He aprendido que a veces la vida te da una segunda oportunidad.”

Sam y Julie tomaron la decisión inquebrantable de servir dos poblaciones claramente diferentes, pero igualmente necesitadas, merecedoras y vulnerables en El Salvador—el programa de bebés ya mencionado y un plan para los presos que necesitan la rehabilitación y los trabajos. Los dos grupos tienen la concordancia común-desnutrición-ambos física y espiritual. Esto me lleva a otra cita:

“Siempre juzga a una persona por la forma en que trata a alguien que no lo es de ninguna utilidad.”

-Anónimo

Las primeras palabras que dijo Sam eran, “Dios nos trajo aquí.”

Sam y su esposa se sintieron llamados a servir a este niño pequeño y a muchos otros niños en El Salvador.

Antes de ir a Guatemala para estudiar español, invertí una considerable cantidad de dinero en una inversión que prometía un gran retorno a lo largo de un periodo de años. Fue muy recomendable para mí. No era un buen estudiante del español durante mis tres meses en Guatemala. Decidí venir a El Salvador para ver cómo era, y el Señor habló a mi corazón y dijo, “Aquí es donde estarás.” Cuando regresé a Antigua, Guatemala, llamé a Julie un lunes para decirle que lo dijo el Señor y ella respondió, “Bueno, eso es maravilloso. ¿Cuándo empezamos?” Dije de inmediato, porque sabía que teníamos los recursos financieros para apoyar nuestro trabajo misionero. Mientras que hablábamos, hicimos un compromiso, una promesa de servir al Señor en El Salvador. Cinco días más tarde, un viernes, recibí una llamada de Julie. Por alguna razón me volví temeroso. Ella me dio la noticia que habíamos perdido todo nuestro dinero.  Nuestras inversiones fueron parte de una estafa que había sido recomendada altamente por gente profesional y lo perdimos todo. Esto es cuando comencé a darme cuenta que Dios quiere que uno confíe en Él. Se llama confianza. Yo estaba devastado por tres días. Viví en un estado de confusión.  Luego, el domingo, tuve mi propia resurrección. Le pedí a Dios que me perdonara por mi orgullo pensaba que podía hacer todo por mi cuenta. Su palabra dice que él proveerá. Julie y yo debíamos actuar con la fe y creer en cosas que aún no habían sido reveladas. Dios nos tenía exactamente donde él quería que estuviéramos. Después de que me emocioné y Dios me perdonó, me di cuenta que es donde Dios quiere que estemos. Llamé Julie y le recordé el compromiso que habíamos hecho juntos la semana anterior. Ella lo reconoció también.  La decisión que tomamos para seguir adelante fue un punto decisivo en nuestras vidas. Para el próximo año y medio, ganamos dinero suficiente para pagar todas nuestras cuentas. El 3 de febrero de 1986 salimos de Fort Worth, Texas en un bus usado de Volkswagen con $3.000 y creyendo en Dios. Después de cuatro días y tres noches viajando, llegamos a San Salvador a las 9 de la noche con saludos de los sonidos de las explosiones. Eso continuó por 6 años más durante la guerra civil en El Salvador.

Por un año y medio no sabíamos cuál sería nuestra misión.  A continuación, el Ministerio de Justicia nos llamó y nos pidió cuidar un bebé se llamaba Karla. Su médico dijo que ella estaba demasiado debilitada y no sobreviviría la noche. Ella pesaba 4 kilogramos y tenía 14 meses. Ella tenía varias enfermedades. Como cristianos, reprochamos ese pronóstico sombrío. Al tercer día, ella todavía estaba viva. No nos gustaban los bebés mucho, pero Dios nos ayudó en eso por medio de cuidar a Karla. Julie se quedó al lado de Karla, negándose a dejarla.  Después de 2 semanas y media, Karla mejoró un poco y convencí a Julie de ir a casa para comer mejor y una mejor noche. El tiempo en el hospital fue difícil para nosotros. A la medianoche, recibimos una llamada del hospital pediátrico diciendo que Karla murió.  Nos apenamos. El médico dijo que Karla había tenido tres enfermedades y cualquiera de ellas la podría haber matado. Pero aún nos preguntamos por qué. Aunque no lo sabíamos en ese momento, el propósito de Karla en esta tierra se había realizado. Eso pasó durante la guerra civil de 12 años en El Salvador. Pudimos escuchar las bombas explotando a cualquier hora, durante el día y la noche.

Un niño pequeño y su familia esperando por cuidado.

De nuevo el ministerio de justicia nos pidió cuidar un segundo bebé se llamaba José Vidal Cruz. No queríamos cuidarlo porque aun estábamos lamentando la perdida de Karla.  Sin embargo, cuidamos el bebé que tenía una temperatura de 40 grados. De nuevo, los médicos eran pesimistas que el viviría, pero prescribieron inyecciones de antibióticos fuertes dos veces al día. Sus piernas eran casi del mismo tamaño de los dedos y lloraba sin parar. José tenía una infección de riñones causado por un reflujo de la orina. El medico nos dijo que solo la cirugía podía corregir su problema. José prosperó y después de 14 meses fue adoptado por una familia maravillosa en Maine, Estados Unidos.

Eric, quien fue abandonado en un campo de caña y encontrado por un campesino, tuvo la suerte de que llegó a nuestro cuido. Él pesaba 6 libras cuando tenía 4 meses. Después de 3 meses, el demostró que estaba mejorando considerablemente.  Comenzamos una clínica para cuidar bebés hasta la edad de dos años quienes estaban desnutridos y deshidratados.  Si creíamos que estaban demasiado enfermos los aceptábamos en nuestra clínica alimenticia para luego llevarlos al hospital local porque dudabamos que las madres los llevarán al hospital por sus propios medios.

En 1987, se estableció la Fundación Vinculo de Amor y the Love Links, Inc. en los Estados Unidos para proporcionar el cuido temporal médico y nutricional de esos bebés, así como los recursos y capacitación para sus padres para promover el crecimiento y desarrollo futuro de los niños. Las referencias para nuestra clínica provienen no solo del Ministerio de Justicia, sino también del Hospital Nacional Benjamín David Bloom y otros hospitales y también por recomendaciones y nuestros comerciales de la televisión. Como un embudo, estos niños llegan aquí y les nutrimos e hidratamos de nuevo.

Hemos tratado hasta 25 bebés a la vez dependiendo de nuestro personal, pero nuestros números generalmente son entre diez y quince bebés que es más cómodo para nosotros. En los primeros años de nuestro ministerio, trabajamos con ingresos mensuales de $900 y pagamos $500 mensual de renta.  Cuidábamos estrechamente nuestros gastos. Hoy, del hábito, todavía, de apagar las luces cuando camino alrededor. Tenemos trece niñeras quienes cuidan los bebés. Esas mujeres maravillosas tienen mucha experiencia y nos han dado su servicio dedicado. Cuando los bebés mejoran, los reunimos con sus familias. Una vez a la semana aquellos bebés que han sido dados de baja regresan para chequeos que nos referimos como “control.” Después de dos meses, si el bebé ha seguido ganando peso, y muestra mejoría, y la madre está contenta y tiene buena autoestima, cerramos el caso. Si el bebé NO gana peso, a menudo la mamá dirá, “El bebé ha estado enfermo.” En este caso, el bebé regresa aquí a la clínica para más observación. Si la mama regresa de nuevo y el bebé todavía está perdiendo peso, es un signo de abuso en la forma de negligencia porque cuando descargamos un bebe a su madre, siempre mandamos comida. En estos casos tenemos que llamar a las autoridades de protección de menores y ellos conducirán un estudio social en su vida y evaluarán la situación y ambiente del bebé. Esperamos que no llegue a ese punto.

Desde nuestro inicio hemos cuidado por 1.450 bebés malnutridos. Los establecimientos médicos pediátricos que incluyen seis directores de la hospital nacional, pediatras y médicos quienes trabajan en hospitales pediátricos, han coincidido que durante los años que han trabajado, del 80% al 85% de todos los bebes que hemos atenido habrían muerto o habrían tenido una vida de muy baja calidad. Eso incluiría un mínimo de 1.160 bebés. Desde 1987, solo hemos perdido 26 bebés y la mitad de ellos murieron en el hospital. Eso es la mitad de nuestra historia. Sigue leyendo…

Julie and Sam in the office

MetAMORphosis es un proyecto que comenzamos hace 5 años para los que están en riesgo social. Está ubicado en Santa Ana, frente a Penal Apanteos. Por la definición, los que están en riesgo social son ex-miembros de pandillas, madres solteras, hombres y mujeres liberados de la cárcel que incluye los comunes y ex-pandilleros. Nuestra filosofía está basada en Romanos 12:2, “No vivan según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar…” el ímpetu para esta fundación es rehabilitar, educar, reinsertar y crear empleos. Desde que la predicación empezó hace tanto se predica en las cárceles en el país, nos hemos establecido como personas que realmente aman a los que están en la cárcel y los jóvenes andando sin rumbo por la calle.

La necesidad de empleo en este país es enorme. El Salvador todavía es un país pobre. Es el ultimo entre los países centroamericanos con respecto a inversiones. El empleo para ex-convictos y ex pandilleros es aún más difícil, pero es vital para romper el ciclo de la pobreza.

En este país la mayoría de los miembros de pandillas que están en las cárceles son deportados de los Estados Unidos. La mayoría de ellos salieron a los EEUU durante la guerra porque habían tenido dos opciones: luchar o irse del país.  Cuando salieron, llegaron a Texas o California; en California generalmente era en Los Ángeles donde fueron reclutados por pandillas. Ellos no habían tenido familia ni dinero y la vida de pandillas era atractiva. Es la verdad de los niños aquí quienes perdieron familiares durante la guerra. Ellos no tienen dinero; ellos no tienen nada; la pandilla ES la familia para ellos.

 

Lo esencial de este programa es sacarlos de la cárcel y CREAR-no ENCONTRAR- trabajos para ellos para que puedan volver a ser maridos a sus esposas y padres a sus hijos. Es un ministerio para apoyar los que están presos. No vamos a enriquecernos proporcionando este servicio. Seguimos el mandamiento del profeta del Antiguo Testamento, Malaquías 4:6 “Y él hará que padres e hijos se reconcilien. De lo contrario vendré y castigaré su país, destruyéndolo por completo.” El Salvador tiene maldiciones de pobreza, asesinato, crimen; pero tiene buena gente.

Two among many rehabilitated gang members Sam knows and prays for regularly

El gobierno salvadoreño no ofrece capacitación laboral. Algunas iglesias tienen facilidades pequeñas para capacitar con panaderías para proporcionar empleos. Vimos esta necesidad y sentimos un tirón de Dios para llenar la necesidad.

Hemos sido 100% exitosos en sacar estos hombres de la cárcel y son 100% rehabilitados. Hemos establecido estrictas pautas de calificación para la participación. Los reclusos deben estar en el punto medio de su condena de prisión. Tienen que tener buen comportamiento.  Son liberados bajo un programa fideicomisario. Este programa no sólo ayuda al individuo, sino también ayuda a la economía del sistema penitenciario, que está muy abarrotado. Hay 30.000 personas en cárcel. Cuesta $2 al día para alimentar cada uno, que significa $21.000.000 al año solo para la comida.

Nuestras preguntas tuvieron que ser contestadas. ¿Cómo empezamos? ¿Que necesitan las personas? Oramos y recibimos una respuesta acerca de una fuente inesperada. Comenzamos un taller simple para hacer zapatos.

 

Metamorfosis empezó como un taller pequeño en el 2007. Después de la planificación principal y construcción de un taller pequeño, abrimos nuestras puertas en el 2010 produciendo zapatos de buena calidad. Estos hombres y algunas mujeres quieren trabajar y trabajan bien. La tasa de producción de la fábrica y la calidad es alta no ha pasado desapercibida por las compañías más grandes de zapatos en Centroamérica así que estamos haciendo los zapatos para ellos ahora.  Para el 2013, Metamorfosis ha empleado a más de un centenar de ex-reclusos quienes son ahora maridos a sus esposas y padres a sus hijos.  No todos han elegido quedar con Metamorfosis, pero por un año habían permanecido con nosotros. Ellos recibieron estudios bíblicos constantemente que han transformado sus vidas. Nuestra fábrica es auto-sostenible. Usaremos las ganancias para invertir en otras ideas auto-sostenibles para apoyar nuestro programa de empleos. No hay límite en el alcance de este ministerio.

La Unión Europea ha tomado nota. En el 2013 nos pidieron que escribiéramos un ensayo y que participaran en una subvención grande designada para El Salvador.  La Fundación Vínculo de Amor ganó 300.000 euros. Colocamos la maquinaria nueva en nuestra fábrica, que nos permite proporcionar trabajos para los que salen de las prisiones. La tasa de producción ha crecido desde 300 pares a 1.100 pares de zapatos diarios. El UE está escribiendo un manual sobre nuestro progreso para la posibilidad de incluirlo en su trabajo en Guatemala, Honduras, Nicaragua y otros lugares.

EQUIPO DE FABRICACIÓN DE LA SUBVENCIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA

Continuamos teniendo visiones para algo más de este tamaño para incluir otros tipos de fabricación en el futuro. La metamorfosis significa cambiar de un capullo a una mariposa. Eso es lo que hacemos para los hombres y las mujeres quienes atendemos. Podemos crear otros trabajos para las personas que se encuentran en situaciones de riesgo social también. Las vidas de personas cambiarán positivamente y nunca volverán a ese capullo. Se trata de cambiar los corazones de los hombres y mujeres en las cárceles y caminar por las calles y la creación de empleos que no existen hoy. No vemos limitaciones. Dios provee.

He estado entrando en las prisiones en Sonsonate desde 1995. Nunca las encuentro peligrosas.  En septiembre de 2007 varios de nosotros fuimos a una prisión como parte de un equipo evangélico para prevenir una inminente revuelta parecida a la revuelta que pasó hace 9 meses  cuando 23 hombres murieron. Primero habló un pastor de la iglesia Asamblea de Dios, se acercó a los varios cientos de muchachos sentados dentro de la zona cercada.  Su trayectoria ha sido como un líder en las pandillas. A continuación, un empresario local de Santa Ana habló. Él también había sido un fundador de la pandilla18 en Santa Ana hace 22 años y sostuvo el respecto de muchos de los presos. Un co-fundador de Metamorfosis fue el tercer hombre en predicar. Hasta este momento 200 hombres se sentaron en el suelo de hormigón por dos horas. Después, fue mi turno. Yo estaba armado solo con el amor de Dios. Estos muchachos respondieron a nosotros; de hecho, nos pidieron que volviéramos. Atestiguamos no la rebelión sino la desesperación. Muchos encontraron una alternativa a la violencia dirigiéndose a Dios. De hecho, un Instituto Bíblico de dos años de Nueva York se abrió aquí, y muchos de nuestros muchachos se han interesado y se han inscrito en él para convertirse en pastores.  (En broma y risas, Sam dice que están preocupados en la fábrica que pueden perder algunos de los mejores trabajadores a Dios. Él realmente ve este cambio positivo como una segunda oportunidad y una excrecencia de Metamorfosis.) En cinco horas, hablamos con unos 600 miembros de las pandillas ubicados en dos secciones de 300 en cada uno. No hubo disturbios. Dios trabaja de maneras misteriosas.

Jennifer Mullinax from the U.S. & to the right of Julie serves as executive assistant

Rene y yo entramos en el sistema de prisiones para ofrecer entrenamiento a estos hombres en máquinas de coser en la fábrica de zapatos. Uno de los presos era de California y era un líder quien había estado en la cárcel cuatro veces. Él pensó que permanecería en la cárcel por su vida.  Había sido deportado de los Estados Unidos y cuando regresó a El Salvador, Roberto le pregunto a su tía si podía vivir con ella. Ella aceptó bajo una condición-él tuvo que asistir la iglesia con ella. Ahora, él es un diácono y un maestro de clase de la Biblia para adultos. Su deseo es hacerse un pastor para su propia iglesia para ministrar a los hombres y mujeres que vienen de las pandillas. A menudo he dicho que estos hombres son el mayor disuasivo de este país contra el crimen. Estos hombres fueron los que robaron, pero ahora son los que dan por ministrar la palabra de Dios.

Nota de la redacción: Julie llega al final de nuestra entrevista. Una cierta gracia y calma llena el cuarto cuando ella entra. La descripción de Sam acerca de la aceptación de Julie sobre su llamado a venir a este lugar extraño, sin saber ni donde estaba en el mapa mientras dejando a la familia, los amigos, la comunidad y toda la seguridad que conocía, suena como una respuesta bíblica, “Bueno, eso es maravilloso. ¿Cuándo podemos empezar?”  Ella esta activamente involucrada en este ministerio y fue reconocida por Avon como mujer del año cuando recibió un premio social humanitario en 2006. Ambos Julie y Sam recibieron premios de Ángeles Voluntarios de la Universidad José Matías Delgado. El procurador General de los Derechos Humanos en El Salvador presentó vínculos de amor (Love Links) con un premio por su trabajo dedicado a los niños salvadoreños. (Sam no mencionó nada de esos premios, pero tengo mis fuentes de información.)

Para el final de nuestra entrevista, Sam nos lleva a su computadora para mostrarnos dos videos producidos profesionalmente con Steve Green cantando canciones emocionales en el fondo de cada uno, documentando su bebé (Vinculo de Amor Love Link) y el proyecto de prisioneros (Metamorfosis). “Todavía lloro cada vez que miro esto,” confiesa Sam. Él puede nombrar cada bebe, cuanto pesaba antes y después y cuánto pesa hasta la onza; nombrar cada prisionero en las cárceles tan llenas. Sam muestra visión y energía asombrosas para sus 75 años. Él y Julie tienen hijos adultos en los Estados Unidos quienes él los visita cada año. Julie visita con más frecuencia. Pero Sam tiene una nueva vida aquí en su país adoptivo, donde Dios dice que tiene que estar.

ACTUALIZACIÓN: Las circunstancias han cambiado desde que se escribió esta entrevista y la historia. El proyecto Metamorfosis ya no está activo. Sin embargo, queríamos que nuestros lectores fueran conscientes del alcance de la participación de Sam y Julie en su país adoptivo El Salvador. El programa Love Links (para los bebes) continúa sirviendo en un lugar diferente donde visitamos para servir a una población más pequeña de fracasa para prosperar a los bebés.

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