Brenda Hubbard – Spanish

 

Nota del editor: Ella dejó la tierra de sushi y seguridad financiera que capturó cada cosa material que podría desear, y se mudó a una nación empobrecida que estaba en una brutal guerra civil en un continente totalmente diferente a través del océano. ¿Por qué? Ella sintió la indignación de haber sido engañada por su gobierno; quería ver cómo los dólares de impuestos de los Estados Unidos se gastaban en nuestro nombre. Veintidós años después, ella todavía está allí.

 

Yo había hecho una gran variedad de trabajos en mi vida, incluyendo camarera, trabajando en garajes, limpiando aseos de otras personas para apoyar a mí y a  mi hijo. Yo trabajaba como técnica de teatro en Los Angeles cuando una oportunidad de ir al Japón se abrió, y seguí ese camino durante cinco años. El trabajo me sostuvo muy bien económicamente. Yo tenía todo lo que podía desear materialmente. Pero en algún momento me sentía vacía. Creo que se puede decir que tuve una epifanía. Recuerdo pasando por el Parque MacArthur en Los Angeles y viendo a salvadoreños demostrando y gritando con megáfonos y recuerdo preguntándome qué hacían. Mi amiga Nancy Louise me dio una copia de American Council on Latin America  (NACLA), una revista bimestral que investigaba informes sobre eventos actuales y la política estadounidense en la América Latina. Un artículo relató acerca de Comadres, el comité que el monseñor Romero fundó, para ayudar a las víctimas y las familias de las víctimas de desapariciones y asesinatos durante la Guerra Civil en El Salvador. Este artículo describió a las mujeres de El Salvador, arriesgando su vida, enfrentando a los escuadrones militares de alboroto cuando manifestaron en las calles y las plazas de mercado exigiendo saber qué pasó con sus hijos y familiares. Como madre fui tirada emocionalmente al cuento. Me puse en contacto con la oficina de Comadres en Washington, D.C. y aprendí acerca de su Programa de Acompañamiento. Esto fue en 1988 durante la Guerra Civil en El Salvador. Me despertó a su situación difícil.

 

En el Japón, cuando hice una decisión consciente para buscar la verdad y para aceptar mi cumplimiento en nuestra Política Extranjera de los EE. UU. pasé dos semanas completas en seclusión. Literalmente apagué mi teléfono, no respondí la puerta, y no hice nada sino investigar sin parar la participación estadounidense en la guerra en El Salvador. Hasta entonces me había negado que MI gobierno estaba invirtiendo nuestros dólares de impuestos a la brutalidad de los esfuerzos militares y el entrenamiento de oficiales militares de gobiernos con dictadores dentro de los Estados Unidos. Cuando finalmente acepté la verdad que lo que MI/NUESTRO gobierno estaba hacienda al pueblo de El Salvador y en tantos otros países latinoamericanos, me golpeó en la cabeza, y yo lloré y lloré porque tuve que aceptar la verdad de mi propio cumplimiento. Yo ya no podía vivir como una consumidora insensata en el planeta. En aquel momento yo era una madre soltera de 38 años.

 

Después de procesar toda esa información, hice una elección de vida muy deliberada. En 1989 dejé la vida lucrative en el Japón y vine a El Salvador para conocer a estas Comadres y para presenciar sus luchas diarias y sus protestas. Fue una realidad muy dura mientras miraba a estas mujeres en media de un mercado público o delante de la Catedral Nacional y el Palacio de Gobierno en sus vestidos negros y sus bufandas blancas y empezaron a hablar en alta voz a través de megáfonos, a menudo enfrentando a la policía antidisturbios, exigiendo saber dónde sus hijos y/o miembros de familia estaban, quiénes los habían desaparecido, y por qué tenían que ir a identificar a los cuerpos asesinados y mutilados de sus seres queridos. Esas mujeres cambiaron mi vida.

 

Escuchando las historias de las madres, las sentí en mi corazón, y el corazón de mi alma. Oímos o leemos acerca de la guerra e injusticias brutales e intelectualizamos; pensamos, «O, cuán triste,» viéndolo es cuando se hace más que intelectual cuando se vuelve visceral, y cuando ya no hay vuelta atrás. Viviendo con las madres, acompañándolas a diario, fue cuando se convirtió en realidad visceral.

 

Esto fue el momento durante la guerra cuando el FMLN quería entrar en la Catedral Nacional y las madres, las Comadres como posteriormente se conocían, estaban allí cada día. Me pidieron que me permaneciera allí con los lisiados del FMLN.  La acción se inició con ocho lisiados; 55 días más tarde, hubo 56 lisiados llevados a la Embajada Mexicana para asilo antes de subir un avión para Cuba, donde recibieron maravilloso tratamiento médico. Después de los primeros días ocupando la Catedral, un doctor norteamericano evaluó a los lisiados, me echó un vistazo y me dijo, «Ahora tú eres la promotora de salud.» Así es como me convertí en la persona responsable para la limpieza de heridas y cargada de el escaso botiquín. Una vez en frente de la Catedral, un joven fue atacado por un taxista con un machete; una de sus heridas fue profunda y aproximadamente 7 pulgadas de largo. Yo no sabía qué hacer, así pregunté si alguien tenía un Kotex. Después de conseguir uno, apliqué presión para contener la sangre y lo vendé. La parte más impactante de esa experiencia fue los niños y los adultos que estaban rodeándonos mientras limpiaba sus heridas. Observaron como si se tratara de una acontecimiento diario, como si estuvieran observando el teatro de calle en el centro de San Salvador. Recibimos muchas amenazas de muerte y muchas veces estábamos rodeados por la policía antidisturbios. Fue una experiencia increíble de 55 días trabajando con este grupo de Liciados toda la gran gente valiente que vino a acompañarnos durante esa acción y, por suspuesto, las mujeres fabulosas de Comadres.

 

Nací en Phoenix, Arizona, el 13 de julio de 1948, y tengo una hermana menor, Sandy.
Nuestros padres murieron cuando éramos muy jóvenes. A los 14 años, mi hermana y yo  estábamos separadas y no nos vimos desde hace muchos años. La experiencia de mi vida de estar dentro y fuera de los hogares de acogida, ser una madre soltera, y conociendo la vida en las calles, me ha dado una educación no pagada en ninguna universidad. Mi hermana es ahora mi mejor amiga e inspiración. Ninguna de nosotras jamás ha dejado de soñar y establecer metas para nuestras vidas. Yo me crié con y por los mexicanos en Arizona. En consecuencia, siento un amor y aprecio por los latinos y las culturas indíginas de mi país, los Estados Unidos de América. Hablar español siempre es un reto, pero con un montón de ayuda y la paciencia de mis amigos salvadoreños, soy capaz de comunicarme.

Antes de que nuestros padres murieran, me enviaron a una escuela catlólica, y recuerdo queriendo ser monja/misionera para ir a Sud América para “ayudar” a los pobres nativos. Bueno, dejé la iglesia a la edad de 12; además, los salvadoreños me han enseñado que no “ayudo” a nadie. He aprendido que 1) es un privilegio y un honor contribuir a proporcionar alternativas a través de la educación, 2) la gente es muy inteligente, y 3) con algunas excepciones se ayudan a sí mismos.

Los personajes históricos que me atrajeron tendían a ser las protestadores pacíficos de su tiempo, incluyendo Harriet Tubman, Martin Luther King, Jefe Joseph (de la tribu Nez Perce), Ghandi, y Juana de Arco. Nunca me gustaron las personalidades de confrotación como el tipo Rambo/ George Bush.

 

Había varias personas en mi vida que han sido influyentes en las decisiones de mi vida; mi hermana, Sandy Mickey, activista de derechos Cristina Starr, y mi amiga Nancy Louise. Estas mujeres han sido muy pacientes y cariñosas y me guiaron con su pasión y sus convicciones.

Ha sido una combinación de mis experiencias de mi primera infancia, el período silencioso de mi investigación de los Estados Unidos y su participación extranjera en la América Latina, las muchas experiencias que viví y sobreviví con las mujeres de Comadres, y esas figuras valientes e históricas que me han influido a cometer mi vida a trabajar y a vivir con el pueblo salvadoreño. En cualquier caso he estado aquí desde mi primera visita hace más de 20 años. Tengo la suerte de tener un buen amigo, Yoshitomo Oda, del Japón quien me dio suficiente dinero para comprar un terreno y para construir una casa. Esa tierra es también el hogar para la oficina de la organización juvenil, el “Comité de Asociación Contra el SIDA Cabañas – CoCoSI,” fundada para la educación y la prevención contra VIH y la Violencia Basada en el Género. Trabajamos en las comunidades rurales y repobladas de Santa Marta, así como El Zapote, en las cárceles, las escuelas y las comunidades fronterizas y aisladas en Honduras. Durante muchos años, trabajamos sin fondos, pero ahora tenemos un poco de dinero para pagar a estos valientes salvadoreños jóvenes que contribuyen a la disminución de nuevos casos de VIH y violencia contra las mujers y niñas.

Aquí en la zona del norte del departamento de Cabañas, en la frontera con Honduras, entre Morazán y Chalatenango, el 18 de marzo y el 11 de noviembre de 1981, la gente de Santa Marta y las rurales comunidades circundantes se vieron obligadas a abandonar sus hogares y animales y se convirtieron en víctimas y testigos de atrocidades horrendas y de matanzas. La gente con quien vivo ha experimentado el horror de hasta 7.000 soladados militares, avanzando sin descanso sobre las montañas en redadas enormes violando, multilando, asesinando, quemando y robando sus niños y animales. Antes de estas “guindas” (éxodo, cuando las personas se ven obligadas a abandonar sus tierras), una madre o un miembro de la familia iba al campo de maíz a buscar a su marido o el padre de sus hijos porque no había vuelto a casa después del trabajo. Se encontraba a menudo su cuerpo asesinado y multilado en el campo de maíz. A veces, hasta su cabeza estaba en un poste de la cerca. ¿Por qué? Porque él era un líder potencial de la comunidad. Yvonne Dilling, quien escribe extensamente acerca de esto en su libro, In Search of Refuge – (Herald Press, 1984) tenía 20 años, en marzo de 1981, cuando ella nadó a muchas personas de Santa Marta y comunidades cercanas a través del Río Lempa en busca de refugio en Honduras. Ella es recordada  hasta hoy y ella es como una santa para ellos. Les he preguntado a muchos de mis amigos y vecinos cómo podrían haber sobrevivido tal terror día trás día, año tras año. Todos han dicho que sobrevivieron a causa de su fe.

 

En 1989, cuando acompañé a las madres a las cárceles en departamentos diferentes del país para visitar a sus hijos que eran presos políticos, a menudo vi asesores estadounidenses, armados. ¿Era esto parte de su papel, portar armas?

 

Estas son las personas con quienes vivo. Los jóvenes fundadores de CoCoSI nacieron mienras huían de las masacres o nacieron en los Campamentos Mesa Grande de Refugio.

Los salvadoreños en los Campamentos Mesa Grande de Refugio de Honduras comenzaron a organizar su regreso. Santa Marta fue una de las comunidades que volvieron a repoblar en El Salvador, a repoblar las tierras nativas aún en las zonas de conflicto de El Salvador. El Zapote, dos horas y media al noreste de San Salvador, donde vivo y el hogar de la Asociación CoCoSi, es una de las cinco comunidades repobladas en esta zona. El Zapote es también el nombre de una fruta tropical, naranja quemada y dulce en el interior con una cáscara dura y obscura.

 

Durante la ofensiva de 1989 después de haber sido capturada por la Policía Hacienda y presenciando tortura, me dijieron que saliera del país y fui a Washington, D.C. donde viví con María Teresa Tula, una Comadre valiente que sobrevivió la tortura extrema (véase su libro Hear My Testimony). Más tarde, pasé seis meses estudiando terapia física y la fabricación de prótesis de miembros inferiores al Proyecto Prójimo en Sinaloa, México. Dando masajes siempre ha sido natural para mí, y yo había oído hablar de este proyecto en México especializando en exactamente lo que yo quería aprender, enseñado por mexicanos con impedimentos físicos. Tienen experiencia en la fabricación del miembro inferior y hasta el día hacen las mejores sillas de ruedas que jamás he visto para el ambiente como el lugar donde vivo. Proyecto Prójimo inspiró el libro por David Warner, Disabled Village Children, un enfoque apropiado para miembros de familia y promotores de atención médica.

 

Regresé a El Salvador y Santa Marta a finales de 1991 para llevar a cabo este trabajo con las personas que se encontraban heridos de guerra. Nadie estaba hacienda ninguna rehabilitación allí. (Esto era muy diferente de estudiar música y la historia de México en Lane Community College en Oregon.)

 

Mis áreas de interés desde 1991 hasta 2002 fueron la terapia física, masaje, y Terapia Sacro Craneal. Estas técnicas son especialmente útiles, no solo para el fortalecimiento de los músculos, sino también para trabajar con mujeres que sufrieron mucho durante la guerra, que perdieron niños y cónyuges, muchas testigas de desmembramiento y los asesinos de sus amados. Tantas mujeres cayeron cuando estaban perseguidas por las tropas gubernamentales, tenían huesos rotos que nunca se fijaron, o que nunca fueron tratadas para el daño al tejido conectivo y a los músculos. La Terapia Sacro Craneal se dirige intencionalmente al dolor que está atrapado en el tejido corporal causado por el abuso, la tortura, la pobreza, y el trauma (físico, emocional y psicológico), apropiada en una comunidad donde la gente ha sufrido la guerra, la represión y la pobreza. Ahora el Centro de Santa Marta de Rehabilitación que fundé está dirigida por dos mujeres salvadoreñas jóvenes que están haciendo un trabajo fabuloso trabajando con niños y adultos con discapacidades físicas. También tienen programas dedicados al desarrollo de las relaciones juguetonas entre padres e hijos. En esta cultura las mujeres no aprendieron a jugar con sus hijos, así se están divirtiendo manchando crema de afeitar en los espejos y en otras actividades juguetonas. Ahora, trato a la gente de vez en cuando desde mi casa.

 

Actualmente paso el tiempo de trabajo con los jóvenes que administran la Asociación CoCoSI (Comité Contra SIDA Cabañas) educando en la prevención de nuevos casos de VIH y la Violencia Basada en Género. Descubrimos muy pronto que para tener un impacto en este trabajo debemos incluir firmemente la igualdad de género, la orientación sexual, la masculinidad, y los derechos humanos mientras enseñamos a las mujeres y a los hombres a cuidar sus cuerpos.

 

No estaban haciendo nada en esta zona rural y muy poco en el país sobre la educación de las personas sobre el virus VIH. El Ministerio de Salud no estaba haciendo nada; El Ministerio de Educación estaba haciendo menos.  La gente estaba muerta de miedo de que podría haber personas que viven con VIH o SIDA en su comunidad. En Agosto de 1999, invité a CONTRASIDA para dar talleres en nuestras comunidades. De esa iniciativa decidimos formar un grupo para replicar esos talleres. Empezamos con cero dinero. Yo solía trabajar una delegación de vez en cuando, para que yo pudiera mantener a este grupo financiado por un corto tiempo. Entonces, DGH (Doctores Para la Salud Global) vieron valor en esta organización juvenil y motivada y comenzaron a encontrarnos algunos fondos. Ayudó cuando recibimos nuestro NGO (Organización No Gubernamental), lo que nos hizo legal. Es importante dar crédito  a la NGO local, ADES, la Asociación Económica Social Santa Marta, por su ayuda en la búsqueda de fondos durante estos primeros  años.

 

Estos jóvenes, miembros valientes de CoCoSI están hacienda diferencias en las vidas de las personas. La desventaja es que los fondos se están secando. La crisis económica y global ha causado a los donadores fieles de iglesias a donar menos.

 

En la actualidad nuestros donantes principales son: Trocaire de Irlandia; Ayuda Primado Mundial, y Fondo de Desarrollo de la Iglesia Anglicana de Canadá; DGH- Doctores Para la Salud Global basado en los EE. UU; y el Fondo Centroamericano de Mujeres en Nicaragua. La mayor parte del trabajo para la prevención de VIH, la igualdad de género, y para la masculinidad se está haciendo en las ciudades grandes, un resultado natural de la concentración de la mayoría de la población. Sin embargo hay una necesidad enorme de trabajar con la igualdad de género y la prevención de VIH en zonas rurales de la América Latina. El pequeño país centroamericano de El Salvador tiene una población de 6.8 millones que comprende el segundo mayor número de personas que viven con VIH en Centroamérica. Pero con una prevalencia de adultos de menos de 1 por ciento, El Salvador sigue siendo un país de baja prevalencia con una epidemia concentrada que afecta principalmente a los grupos que se dedican a comportamientos de alto riesgo, como los hombres que tienen sexo con hombres y trabajadores de sexo.

 

Sabemos que el número registrado de la infección por VIH no es exacta. Sin embargo, el gobierno de El Salvador ha tomado la iniciativa en la prevención de la propagación de VIH. El Ministro de Salud y Sistema Penal reconoce el trabajo de CoCoSI en las cárceles, con trabajadores de sexo en las comunidades rurales y en otras instituciones.

 

La discriminación y la falta de entendimiento siguen estimatizando e influyendo las decisiones de las personas que se deben analizar. A menudo cuando se recibe un diagnóstico de VIH positiva, la gente se espanta mucho y ni siquiera informa a sus padres, los miembros de familia o los mejores amigos.

 

Los jóvenes están a riesgo. «El siete por ciento de los nuevos casos de VIH en los últimos dos años (2009-2011) han sido entre los adolescentes. Esta es una causa de preocupación en nuestro país,» dijo Ana Isabel Nieto, Directora del Programa Nacionaal de VIH en el Ministerio de Salud.

 

El machismo hace un papel en la incapacidad de los trabajadores de salud de convencer a los hombres a usar protección. En las comunidades rurales muchos hombres que tienen multiples parejas sexuales creen que SIDA no es real, sino creen que es una táctica de miedo del gobierno. Hay negación y polémica sobre el uso de condones; en consecuencia, un gran sector, como las esposas y parejas de los hombres infieles,se están infectando y permanecen inconscientes. Hemos descubierto que las mujeres de más edad (30 a 60 años) nunca saben que están infectadas hasta que están en su lecho de muerte. El Salvador no está disminuyendo los casos de VIH, y la situación aquí en el campo no se le da la atención necesaria.

 

Nuestro Nuevo Plan Estratégico 2011-2015 complementa el plan estratégico de las Naciones Unidas para SIDA para disminuir las casos nuevos y para promover el uso de condones. La gente simplemente no los están utilizando a pesar del hecho de que están disponibles de forma gratuita. Tenemos que descubrir estrategias y metología convincentes. Simplemente diciendo que no participe en las relaciones sexuales prematrimoniales o para ser pareja fiel no funciona.  La gente DEBE saber cómo protegerse contra las infecciones de transmisión sexual. Una gran parte de nuestro trabajo es la violencia basada en el géneroy la masculinidad – los hombres trabajando con hombres. La formación del género masculino es un área muy polémico.

 

CoCoSI creó un programa para niños, adolescents y jóvenes. Por desgracia, el Ministerio Salvadoreño de Salud nos dijo que iban a poner en práctica un curso de educación sexual, y nosotros, las organizaciones no gubernamentales, se nos negó acceso. Mucho dinero del Fondo Mundial se dedicó a crear textos hermosos que se mostraron en la Oficina del Ministerio de Salud, pero no se han visto en nuestras escuelas. Los maestros no estaban preparados para dar estas clases, y continúan buscando educadores CoCoSI para ir a sus clases para dar clases sobre la educación sexual y la prevención. Solíamos tener una caja de preguntas al final de la clase en la que un estudiante podría poner una pregunta en la caja, permitiendo que los temas salieran en un foro abierto. Discusiones productivas salieron de esas preguntas. Hemos encontrado que las personas pueden hacer buenas decisiones para sus vidas si solo tienen la información.

 

Para esa gente que se niega a venir a nuestros talleres, tenemos dos grupos de teatro que salen a las comunidades rurales usando payasos y el teatro callejero para educar. La gente saldrá para cosas divertidas como eso y para aprender sobre estos temas polémicos.

 

Hemos avanzado en la salud de la mujer y los derechos reproductivos. Cuando empecé a trabajar en repoblado Santa Marta hace 20 años, el 45% de todos los embarazos eran adolescentes y jóvenes. Esas estadísticas ahora son menos de 5%. Eso es un mejoramiento drástico, y es porque se dan cuenta de que tienen el control sobre las decisiones relativas a sus cuerpos. También lo contribuyo a la consistencia del trabajo en la educación sexual por nuestros “maestros populares” en la escuela de Santa Marta, nuestros promotores de salud y CoCoSI. He visto la vida de las personas cambiar debido a la información que les estamos proporcionando.

 

Estamos en conflicto con las enseñanzas de la iglesia en términos de control de la natalidad. Algunas de la tácticas utilizadas por algunas iglesias son opresivas y hacia atrás. Sus actitudes y prácticas opresivas y sexuales son altamente cuestionables y deben ser investigadas. Los Jesuitas y Marynolls son más aptos a hacer frente a las cuestiones de derechos humanos. Oscar Romero, uno de mis santos, estuvo en favor de todo en lo que creo, a pesar de que no abrazo el cristianismo. Yo no creo que es necesario estar involcrada en una iglesia organizada para tener los valores cristianos.

 

Puntos alegres de mi vida han sido criando a un hijo y siendo permitida vivir y trabajar aquí en El Salvador rural. Tengo reminiscencias a una querida amiga indígina con 14 niños quien murió recientemente. En 1991, al estar sentadas y conversando una noche, ella me habló de las muchas veces que arriesgó su vida para conseguir medicamentos a personas de la zona en conflicto, mientras sus propios hijos estaban muriendo. La mitad de sus hijos murió a causa de la guerray/o la malnutrición. Ella me preguntó una noche, «Brenda, qué es un orgasmo?» Le pedí que repitiera la pregunta porque me pareció no oírla bien. Cuando terminé de estar enojada  y cuando terminé llornado, hablamos de lo que las relaciones sexuales pueden y deben ser. Me di cuenta de que esto era la experiencia común de las mujeres en estas comunidades. Ese momento provocó un punto de reflexión para mí, y me comprometí a quedarme y construir un centro que proporcionaría masajes y rehabilitación física para las mujeres y para los hombres. Ese trabajo, naturalmente, me llevó a mi trabajo actual en la iguladad de género, la orientación sexual y los derechos de salud, los derechos sexuales y reproductivos, la educación en la prevención de SIDA, y la violencia contra las mujeres y chicas.

 

Durante la guerra e incluso ahora en El Salvador hay momentos en que las cosas se ponen temerosas o me quejo porque me siento incómoda. Entonces me acuerdo de mis amigas en mis comunidades, las mujeres valientes de Comadres, algunas que nunca tendrán conclusión de saber qué pasó con sus seres queridos, y me pienso a mí misma: «¿De qué estoy quejándome?» Pienso en las luchas en Africa y lo terrible que es para tantos miles de personas a causa de este virus estúpido y tantos tabúes perjudiciales.  Hay mucho trabajo que hacer, y si puedo contribuir algo en absoluto a los básicos derechos humanos, entonces estoy completa.

 

ME GUSTA AQUI. Para la diversión, verdaderamente disfruto de vivir donde vivo. Disfruto de mis animales y mis libros de misterios, y trabajando en mi jardín hidropónico.

 

Yo sí fantaseo con tener mi propia motocicleta pequeña para transporte. (Creo que necesito una de tres ruedas ahora.) Actualmente me pongo en la parte posterior de un camión o cojo un autobús que los EE. UU. arrojaron hace 40 años … el reciclaje en su mejor momento. Aunque, en la capital debido a la incidencia alta de la violencia,los autobuses son cada vez más peligrosos.

A very special thank you to friends for providing “wheels of service.”

A very special thank you to friends for providing “wheels of service.”

Otro sueño, y más importante que una motocicleta, me encantaría llevar a nuestro grupo de teatro a Africa y trabajar juntos en estrategias populares y entretenidas para la enseñazas de la infección por HIV. Y me encantaría traer a un grupo de Africa aquí a Centroamérica.

 

Uno de los objetivos más a corto plazo gira en torno a la Conferencia Internacional de SIDA en 2012 en Wáshington D.C. El marco “Aldea Global” de D.C. será el lugar perfecto para organizar un Rincón Latinoamericano-Caribe. Este espacio promovería unas relaciones en las Américas y el Caribe. Proporcionaría un espacio para compartir metologías, materiales y estrategias y para debatir.

 

Mis sueños para El Salvador como una nación incluyen mantener el dinero en el país. En este momento todos los dineros salen del país. Todo es un negocio propiedad de extranjeros con aranceles de importación o exportación bajos o inexistentes. Todas nuestras telecomunicaciones (radio, televisión, empresas de teléfonos) tienen mayoría, si no completa, inversión extranjera. Nuestra comida, incluyendo productos agrícolas, se importa. Tenemos que tomar una mirada fuerte y crítica en los acuerdos comerciales que no son tan justos y tenemos que revisarlos por completo. 50% de nuestra fuerza de trabajo es el sector de trabajo informal (por ejemplo, músicos y vendedores en los autobuses, las mujeres que venden dulces en las esquinas con sus recién nacidos en una caja debajo de su mesita.)

 

Desde la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992, la pobreza extrema sigue desanimando al pueblo salvadoreño y fuerza la migración a los Estados Unidos. El Salvador no produce nada; ya que todo se importa, todos los dineros salen del país. Si se crearan trabajos, proporcionando una vida digna para los salvadoreños, el dinero se quedaría EN el país, proporcionando trabajos, creando una oportunidad para invertir en la rehabilitación de ex-pandilleros, y a la gente que sale del sistema penitenciario. Los salvadoreños no quieren emigrar a los EE. UU., pero no tienen ningunas alternativas económicas. Una economía salvadoreña económicamente desarrollada contribuiría a asegurar que miles de jóvenes salvadoreños no tienen que endeudarse, arriesgar su vida, contribuir a una mayor desintegración familiar y cruzar ese desierto buscando empleo y una vida digna en los EE. UU. Tenemos mucho trabajo que hacer.

 

Cuestiones salvadoreñas en necesidad de atención inmediata incluyen pandillas, la represión de activistas medioambientales que protestaban la minería en sus comunidades, y un sistema de seguridad muy corrupto. Alguna limpieza está occuriendo, pero aún las facciones codiciosas continúan utilizando las pandillas para hacer su trabajo sucio, como en esta zona; tres ambientalistas han sido asesinados en los últimos dos años debido a que han investigado el daño causado en su área por la empresa minera de oro – Pacific Rim Co. de Canadá. El alcalde del Municipio donde la extracción se lleva a cabo se ha alineado con Pacific Rim. Radio Victoria está pidiendo una investigación sobre su participación possible en los asesinatos.Los empleados jóvenes de Radio están recibiendo amenazas de muerte debido a sus denuncias abiertas y algunos se ven obligados a buscar asilo fuera del país. Un joven recibiendo amenazas de muerte es un miembro de la Administración CoCoSI.

Brenda welcomes Don Seiple, Pastor Emeritus, to the Global Village at the International AIDS CONFERENCE in D.C. where a book with the story of her years of amazing service is presented.

Brenda welcomes Don Seiple, Pastor Emeritus, to the Global Village at the International AIDS CONFERENCE in D.C. where a book with the story of her years of amazing service is presented.

Yo, también, tengo un sueño, y eso es que los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos y los políticos responsables tomen la responsabilidad moral y que sepan qué hacer con el dinero de los impuestos de los Estados Unidos. No es aceptable y nunca ha sido aceptable matar a la gente en otros países, ni asesinar a los hijos de otras mujeres. Sin embargo, los ciudadanos de los Estados Unidos tienen que QUERER saber la verdad de cómo se gastan sus impuestos, y en sus nombres. No debemos tener miedo de buscar la verdad y dejar que el dolor de la verdad lava sobre nosotros. Ese dolor se sanará; estaremos facultados con la verdad permitiéndonos elegir como vivimos, como hacemos decisiones informadas e inteligentes en cuanto a donde vamos de compras y lo que consumimos. La gente debe quitar sus narices fuera de sus libros de cuentas y debe ver las consecuencias de nuestro consume y estilos de vida y la forma en que está afectando a tantas personas en este planeta. Razas enteras se están exterminando, y un porcentaje enorme del planeta vive en la pobreza extrema para el beneficio de alguien. ¿Cómo es posible que tanta gente, seres humanos, están muriendo de un virus VIH y el hambe, cuando el tratamiento y la prevención están disponibles? ¿Demasiado caro? O… ¡demasiada codicia en muchos niveles!

 

 

Nota del editor: Cuando se le preguntó lo que su propia historia personal (no su sueño) fue, Brenda respondió: «Si hay algo que es mi historia, lo que estamos haciendo aquí en comunidades rurales para la prevención de SIDA, para la igualdad de género y para los derechos humanos es algo productivo y no destructivo en nuestro pequeño rincón del mundo aquí en El Salvador.» Eso lo dice todo . Ruth Cruddas de California, quien recomendó que oyéramos y que contáramos la historia de Brenda, cariñosamente se refiere a ella como

 

«Clériga Billie Bob Brenda»

 

Brenda es, obviamente, impávida por las fuerzas a su alrededor que desalientan los esfuerzos de su grupo en cuanto a la educación y el uso del condón. En el libro de Nicholas D. Kristof y Sheryl WuDunn, Half the Sky – Turning Oppression Into Opportunity for Women Worldwide, 2009, p. 136, …«En El Slavador, la Iglesia Católica ayudó a impulsar una ley que requiere que los paquetes de condones lleven etiqueta de advertencia declarando que no protegen contra SIDA. Aun antes de la ley, menos del 4% de las mujeres salvadoreñas utilizaron condones la primera vez que tuvieron relaciones sexuales.”

 

Mientras trabajando en esto, Brenda escribe con mucho orgullo y mucha emoción que ella, una promotora de la salud, y dos jóvenes de CoCoSI han regresado recientemente de Los Angeles, donde fueron invitados a presenter sus trabajos incluyendo sus grupos de teatro creativo a una Asamblea Annual Para Doctores Para la Salud Global.

 

Para más información o para donar a http://cocosi.org/

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Contributions

    Afflicted with Hope / embracingelsalvador.org is one of many outreach ministries at
    Saint Stephen Evangelical Lutheran Church (ELCA)
    30 West Main Street, PO Box 266
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    Tax deductible donations for support of this work in El Salvador may be sent to the above address.